En la humilde aldea de Sindhudurg, en el corazón de la India marginal, sin acceso a luz eléctrica y mucho menos a internet, Sugata Mitra empotra una computadora en una pared, alimentada por un panel solar y conectada a una antena satelital. Nueve meses después vuelve a la villa y para su asombro comprueba que los niños que han tomado contacto diario con la maquina no sólo han aprendido a manejar una PC sin ningún tipo de asistencia, sino que navegan satisfactoriamente por internet e incluso han mejorado su nivel de inglés.

Luego del éxito inicial del proyecto “Hole in the Wall”, cuya traducción sería algo así como “un agujero en la pared”, otros estudios experimentales, como por ejemplo el efectuado por Ritu Dangwal, encontraron que además de mejorar en matemáticas y ciencias, los chicos provenientes de contextos extremadamente pobres y que participaron de las experiencias de aprendizaje autorganizado en torno de las computadoras instaladas en sus aldeas, aumentaban también su rendimiento escolar en los exámenes de inglés.

En oportunidad del lanzamiento del Plan Ceibal, en la hermana República Oriental del Uruguay, los organizadores de la iniciativa, de características similares al Plan Conectar Igualdad en nuestro país, invitaron al padre de estos programas. Sugata Mitra se presentó ante los alumnos de un secundario de Montevideo y luego de los saludos de rigor, en vez de dar una clase o hacer un discurso, sorprendio con una pregunta; “¿Cómo soñamos?”. Con el paso de los minutos el desconcierto inicial dejo paso a la certeza de que no se trataba del título de una charla magistral. El profesor permaneció en silencio y al cabo de unos minutos volvió a repetir la pregunta; “¿Cómo soñamos?”. Siguió pasando el tiempo hasta que un alumno decidió que había tenido suficiente y googleo la pregunta, ¿Cómo soñamos?, dando con la Teoría Psicoanalítica que postula que los ejercicios oníricos son manifestaciones de un inconsciente reprimido. La curiosidad del adolescente fue contagiosa y al cabo de otras búsquedas similares apareció la hipótesis de la Psicología Cognitiva que plantea a los sueños como un mecanismo de consolidación de la memoria. Antes de que terminara la clase explotó el debate y para cuando el docente estaba por concluir su visita los estudiantes ya habían desarrollado una tercera teoría propia, superadora de las anteriores. De un modo rudimentario, quizás pre científico, habían generado conocimiento, demostrando una enorme capacidad de pensamiento crítico.

EL CONECTAR IGUALDAD Y LA NUEVA ESCUELA

Conociendo esta anécdota y el debate científico en torno al uso de las nuevas tecnologías y la revolución del sistema de enseñanza que implica la posibilidad de los entornos de autoaprendizaje cooperativo, me sorprendió esta semana la viralizacion de la versión que informaba la suspensión del programa Conectar Igualdad, no tanto por la difusión de una noticia falsa, que es moneda corriente con el boom de las redes sociales, sino por la convicción con que unos y otros opinaban sobre las ventajas y desventajas de discontinuar el programa sin el más mínimo estudio de impacto y desconociendo cuan costosa resultaba la intervención y sus alternativas.

Más llamativo es que el propio decreto 459 del 2010, que es el que pone en marcha el plan, jamás se plantea la pregunta de si sirve o no incorporar la computadora al aula ni si ello mejora algún resultado concreto del proceso de enseñanza aprendizaje.

Las evaluaciones sobre los resultados en materia pedagógica de programas del estilo de Conectar Igualdad son escasas. Según un informe reciente de la OECD, los países que más fuerte invirtieron en tecnologías de la información en el aula mostraron resultados desalentadores en matemáticas, lengua y ciencias. El documento concluye que trabajar para asegurar que cada chico alcance los contenidos mínimos, hace más por la igualdad de oportunidades, que subsidiar computadoras.

Una investigación experimental de Julian Cristia, del BID, sobre un programa de similares características en Perú, no encontró tampoco que las computadoras produjeran avances en el aprendizaje dentro del aula, aunque si modestas mejoras en las pruebas de cociente intelectual. En Uruguay en cambio, la economista de la Universidad de la República Mery Ferrando sí descubrió que el Plan Ceibal había mejorado los resultados en matemática de los alumnos, aunque no los de lectura.

MEDIR EL IMPACTO

El gran Tomas Bulat solía decir que no se podía gestionar aquello que no se medía. La frase me parece formidable, porque no sólo en educación sino en todas las políticas públicas, se usan recursos que provienen de los impuestos que pagamos todos y lo mínimo que podemos pedir es que se estudie el impacto que producen los programas que se hacen con nuestro dinero, para ver si efectivamente ese es el mejor modo de invertir los fondos para lograr los objetivos que persiguen esas políticas y si no hay una manera alternativa más barata para lograr lo mismo, o una más efectiva.

La moraleja que dejo la visita de Sugata Mitra a Uruguay es que ya no necesitamos al docente que lo sabía todo, que ostentaba conocimientos enciclopédicos, porque Google sabe mucho más. Pero que tampoco alcanza con garantizar que los alumnos tengan acceso a google, para lo cual basta con un celular y conexión wifi, sino que la clave del aprendizaje es que alguien haga las preguntas apropiadas. El indio demostró que tarde o temprano son los propios jóvenes los que de forma autorganizada van construyendo el aprendizaje. El Docente en la nueva escuela cataliza esos procesos y tiene el poder de acelerarlos y propagarlos de manera notable, o de obstaculizarlos si no comprende que las nuevas tecnologías son solo una herramienta.

Preguntas

No alcanza con garantizar que los alumnos tengan acceso a google, para lo cual basta con un celular y conexión wifi, sino que la clave del aprendizaje es que alguien haga las preguntas apropiadas

fuente:

zzzeldia