En el último campeonato de Football argentino descendieron cuatro clubes de Primera al Nacional B, entre ellos nada menos que River Plate.
Además de la “humillación” futbolística que implica el descenso, los clubes que perdieron la categoría deberán lidiar ahora con un torneo mucho más competitivo que en otros tiempos. Tan es así que de los 8 partidos correspondientes a las promociones de los últimos dos años, los equipos de primera solo lograron 1 triunfo y 3 empates.
Para comprender la distancia futbolística que existe entre un equipo de final de tabla en Primera división y un equipo de tope de tabla en esa misma división y en el Nacional B, puede ser ilustrativo estudiar la cotización de los planteles, siguiendo el relevamiento que hace el sitio Transfermarkt.de .
Los Planteles más económicos de primera división durante la última temporada fueron Quilmes (7.375.000 Euros), All Boys (9.270.000 E), Olimpo (10.400.000), Huracán (10.750.000 E) y Gimnasia y Esgrima La Plata (13.100.00 E). Sumando los puntos del torneo apertura y del clausura, tres de esos equipos son los que peor rindieron en la tabla, al punto que terminaron descendiendo.
Los planteles más caros del Nacional B fueron el de Rosario Central (18.625.000 E) y el de Atlético Tucumán (9.375.000 E), pero ninguno de ellos logró el ascenso. Por su parte, los cuatro ascendidos tienen todos cotizados sus planteles entre los 6 y los 7 millones de euros.
Mirando hacia la otra punta de la tabla se entienden mejor las diferencias. Velez tiene el plantel mejor valuado del campeonato; sus 38.200.000 euros le permitieron alzarse con el título del Clausura y salir primero en la tabla agregada (apertura + clausura). Estudiantes que salió segundo con 69 puntos entre los dos torneos tiene un plantel de 29.350.000 de euros. El plantel del subcampeón del clausura y tercero de la tabla golobal, Lanús, cotiza 26,276.000 euros.
Dos excepciones a esa regularidad aplastante que posiciona a los equipos según su potencial económico son Godoy Cruz y Arsenal que a pesar de tener planteles de 18,5 y 18,7 millones de euros respectivamente, lograron ubicarse terceros y cuartos en la tabla agregada. Algunos pueden pensar que River constituye la tercera excepción, pero con el sexto plantel más caro, terminó exactamente en el sexto puesto de la tabla, por lo que su rendimiento fue el esperable. Es verdad que Boca, San Lorenzo e independiente también rindieron por debajo de lo que la cotización de sus planteles hacía esperar.
Amén de las excepciones la relación es fuertísima, como lo muestra el siguiente gráfico

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Traduciendo al castellano los resultados de la ecuación que aparece arriba a la derecha del gráfico, podemos decir que el 44% de los puntos obtenidos en el campeonato (apertura mas clausura sumados) depende de la valuación de los planteles.
Más específicamente, cada millón de euros de cotización de un equipo le permite obtener 0,9 puntos más en el campeonato. Por esta razón es que sostengo que el campeonato que juegan los 4 últimos equipos de primera es en realidad mucho más cercano en su nivel al Nacional B, que a la mitad superior de la tabla de primera. Esto es así, porque traduciendo la plata a puntos, la distancia futbolística entre los últimos cuatro de la tabla de Primera y los primeros cuatro del Nacional B, es de 4,5 puntos, mientras que la distancia futbolística que los separa de Velez o de Estudiantes es del orden de los 24,5 puntos.
Naturalmente River puede ser una excepción puesto que de hecho no fue de los peores equipos de la tabla (tampoco de los más baratos) sino que de hecho los 26.276.000 euros de cotización de su plantel le permitieron obtener 57 puntos en todo el campeonato. Con la misma lógica del análisis anterior, puesto en términos de distancia futbolística, River está casi 18 puntos por encima de los 4 ascendidos.
La discusión que se abre a partir de esto es si River y los demás descendidos podrán sostener planteles con cotizaciones acordes a las de un equipo con aspiraciones de ascender, puesto que es evidente que los ingresos del Nacional B no son los de Primera, tanto en lo que hace a derechos de televisación, como publicidades, merchandising, sponsors, etc.
Aquí las realidades difieren sustancialmente. River tenía ingresos presupuestados por 185 millones de pesos, considerando títulos e ingresos a copas que no se dieron, por lo que la reducción de sponsors asociada lo deja en torno de los 155 millones (los sponsor aportan un piso de 46 millones, que llega a 76 en caso de éxito en las copas y en el campeonato). Los derechos de televisación en primera le proporcionaban 30,6 millones, pero en el Nacional B esa cifra se reduce un 90%. Obviamente que el club está negociando en estos momentos en AFA para que ese número no baje tanto, al punto que ya se anunció públicamente que ahora la televisión abierta también transmitirá sus partidos. Aventurar un número final es muy riesgoso, pero una estimación prudente sería colocarlo en un lugar intermedio entre ambas cifras, orillando los 17 millones. En este contexto, es razonable pensar que los ingresos del club converjan en torno de los 140 millones implicando un impacto negativo del orden del 25%.
Panorama más sombrío se les presenta a los otros descendidos., puesto que en estos casos los ingresos por televisión y publicidades son mucho más importantes comparativamente y las posibilidades de pedirle un esfuerzo adicional a los socios son acotadas. River declara tener 81.000 socios que pagan una cuota que oscila entre los 85 y lo 130 pesos, pero Gimnasia (según informaciones extraoficiales), está en torno de los 18.000 socios, mientras que Huracán declara oficialmente 13.500. En ambos clubes la cuota social promedio ronda los 45 pesos, por lo que si River recauda 8 millones por mes de cuotas, el globo y el lobo están en cifras que representan entre un 5 y un 10 por ciento de ese monto. Por televisación, a estos dos equipos le correspondían en primera 16,8 millones y no teniendo el poder de lobby de River en AFA, es difícil que puedan lograr en el Nacional B más de los 3 millones que obtuvo Rosario Central en el último campeonato. Como sus planteles no tienen mucho valor, tampoco pueden obtener ingresos significativos de ventas de jugadores. Así las cosas, deberán prepararse para reducciones de sus presupuestos de entre el 40 y el 60%
El canalla, pudo sostener el plantel más caro del Nacional B, entre otras cosas porque tiene 23 millones de ingresos por cuotas sociales (según su propio presupuesto), 9 millones por ventas de entradas y 3 millones por publicidades, lo que le permitió gastar en su plantel profesional unos 20 millones de pesos (sueldos, premios y gastaos del plantel) y financiar los 12 millones que le demando los gastos por participar de todo el campeonato, entre el costo de abrir el estadio (seguridad y personal básicamente) y el de pagarle a la AFA.
River sin duda podrá armar un equipo competitivo con aspiraciones de disputar el torneo, o al menos uno de los primeros 4 lugares que dan chance al ascenso. Huracán, Gimnasia y Quilmes, deberán ajustar sus cinturones a la nueva realidad y aspirar a que las divisiones inferiores le proporcionen lo que en el mercado no les alcanzará para pagar.
Claro, todo este análisis explica casi el 45% de la historia. El 55% de las diferencias en los puntos que los equipos suman no parecen depender necesariamente de factores asociados a la tasación de sus equipos. Lo institucional, lo grupal y lo humano pueden marcar en última instancia, la diferencia entre volver a primera o resignarse a permanecer en el futbol del ascenso por un buen tiempo.