El diputado nacional de la Unión Cívica Radical aseguró que el Gobierno modificó la Ley Bases en función de un proceso de discusión previo y demandas de la sociedad, y reivindicó la inclusión en el texto de una reforma laboral. «Hasta Cristina Kirchner reconoció que Argentina tenía que ir por este camino», expresó.
El economista Martín Tetaz considera que la política monetaria de Milei no es consistente con el objetivo de bajar la inflación y que debería subir las tasas de interés. Sin embargo, afirma que fue un acierto la versión final que se aprobó en Diputados de la Ley Bases, y que se pudo llegar a un consenso porque la mayoría de las fuerzas políticas están convencidas de la necesidad de cambios respecto a las gestiones anteriores. «El tema del Estado paternalista ultra regulatorio fracasó», aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Martín Tetaz es diputado nacional de la Unión Cívica Radical referente del sector de Evolución. Es economista, profesor universitario e investigador. Fue precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en las últimas elecciones. Tras la media sanción de la Ley Bases, Martín Tetaz tuiteó que “el bloque del radicalismo se va conforme de la Cámara por darle herramientas que necesita el Gobierno para salir de la crisis”.
Se podría decir que de la votación de la Ley Bases se desprenden dos conclusiones: que gran parte de la sociedad estaba de acuerdo con hacer un cambio, y que el Congreso cumple con su función al ponerle límites al Presidente con aquello que era excesivo y no estaba de acuerdo toda la sociedad. ¿Coincidís?
Lo que terminó reflejando el texto que se aprobó el martes es el trabajo de casi cuatro meses que transformó completamente una versión inicial de la Ley Bases, que tenía un ajuste a los jubilados, retenciones para los sectores productivos, facultades delegadas en 11 materias por cuatro años, privatizaciones de 41 empresas sin ningún control del Estado, un avance sobre temas que tenían que ver con la protección ambiental, un avance sobre la cultura muy significativo, y que no tenía una reforma laboral que la Argentina necesitaba.
Desde ahí empezamos a trabajar a este proyecto de ley, que es razonable, ya que le da herramientas al Gobierno, pero no le da las 11 facultades que pedía, le da cuatro, y no se las da por cuatro años sino por uno, no ilimitado, le da facultades con un control del Congreso, no le da todas las privatizaciones que pedía, le da un Estado de 9 empresas que puede privatizar donde no está la Banco Nación ni YPF, le da a la Argentina una reforma laboral que la Argentina necesitaba, gane quien gane.
Hasta Cristina Kirchner reconoció que Argentina tenía que ir por este camino, y hacía muchos años que costaba. Ayer alguien me decía que este tipo de oportunidades son como el cometa Halley, porque pasan cada 70 años, y si no las aprovechas no salen nunca.
Por eso yo decía que estamos conformes, porque quizá a uno hubiera querido otra ley, pero no gané yo a las elecciones, le tocó ganar al presidente Milei, y a nosotros nos tocó limitar el abuso que puede hacer del Ejecutivo desde el Congreso Central.
Finalmente, algo muy importante, que es algo que sí estaba en el proyecto original de la ley, y que luego por presión de algunos lobbies se había retirado, que era la cuestión de la ley de tabaco. Eso generaba muchísimo daño, no solo en la recaudación, sino en la salud de la Argentina, y por suerte lo pudimos cambiar también.
En el radicalismo, el PRO, parte del socialismo, el peronismo de Córdoba, también tres legisladores de tres provincias peronistas, como Tucumán, Catamarca y San Juan, venían expresando un consenso en la sociedad argentina, en prácticamente todos los partidos, de que eran necesarias una serie de reformas. Como vos decís, no las que planteaba el Presidente a comienzos de año, pero sí las que salieron ahora. ¿Está claro qué cambio y con qué grado?
Hay dos temas que están saldados. El primero es que el status quo fracasó. El tema del Estado paternalista ultra regulatorio fracasó en todas medidas. No hay un resultado ni de crecimiento de la economía, ni de inflación, ni social, ni de pobreza, ni de educación. No hay ningún indicador que te dé bien. Entonces, evidentemente, había que hacer otra cosa, hasta ahí hay un convencimiento generalizado.
Segundo, cuando vos mirás a la región ves que tardó un poco más que nosotros en construir el consenso macroeconómico. Argentina sumó mucho a eso, sobre todo con el rol de Raúl Alfonsín en conseguir la democracia en los otros países de América Latina. Eso ya no se discute. En América Latina ya hay una condena muy fuerte, por ejemplo, contra Venezuela y contra cualquier intento autoritario.
Ahora, lo que a nosotros nos costó, pero al resto de América Latina lo ha conseguido más fácil, es el consenso de estabilidad macroeconómica. Eso lo consiguió Perú, lo consiguió Colombia, lo consiguió Chile, lo consiguió Brasil, lo consiguió Uruguay, Paraguay. Gane quien gane, en esos países no cambia el dólar ni la política monetaria. Entonces, tenemos que conseguir el consenso de estabilidad macroeconómica, quizá no para hoy, pero apuntando a los próximos 20 años.
La dirección de las decisiones económicas de Milei
Fernando Meaños (FM): El Gobierno está pateando algunos aumentos de tarifa para asegurarse que la inflación caiga más fuerte para no seguir golpeando a la clase media. ¿Qué ves de esa decisión? ¿Y para después en materia de actividad, suponiendo que se hace efectiva esa baja inflacionaria abrupta?
Si el Gobierno quiere que la inflación baje más rápido, lo que debería hacer es poner tasas de interés positivas. Cualquier plan de estabilización del mundo tiene un esquema de tasas positivas para bajar la inflación. Cuando vos, a propósito, vas a hacer que la tasa corra por debajo de la inflación, estás pinchando sistemáticamente la demanda de dinero, y lo que estás haciendo es generando que la inflación baje, en todo caso más despacio, no más rápido.
Entonces, la política monetaria no es consistente con un gobierno comprometido en que baje rápido la inflación. Al mismo tiempo, la inflación explica el superávit del Gobierno, que está obsesionado en conseguir el equilibrio fiscal. Además, creo que hay un límite social. De hecho, el Gobierno ya vio lo que pasó con las prepagas, donde evidentemente reculó porque su propio público empezó a ver en las encuestas. Es mentira que el Gobierno no mira las encuestas, tuvieron que recular.
Recularon porque vieron que se equivocaban ahí, reculan en el tema de educación porque ven que se equivocan y que es masiva la manifestación en la calle. O sea, van tomando nota y van ajustando su política económica a lo que le pasa también en términos de construcción de soporte político.
FM: La Ley Bases, en materia de producción y de reactivación económica, funciona poco y nada. ¿Qué va a pasar con eso? ¿Estas reformas, sobre todo la laboral, pueden impactar en lo inmediato o es todo a futuro?
No, la reforma de la ley no es una reforma para la coyuntura, de hecho no hay herramientas de coyuntura. Yo venía reclamando que hubiera un presupuesto que me parece que era fundamental para estabilizar las expectativas hacia adelante y que hubiera un programa de estabilización con la definición desde el día 1 de que hay un Banco Central independiente, pero todo eso no está. Entonces, no hay nada de coyuntura en el programa de bases. Estamos diagramando el conjunto de reglas de juego para los próximos 20 años de la economía, no para el próximo semestre.
AO FM
Martin Tetaz es Economista, egresado de la Universidad Nacional de La Plata, especializado en Economía del Comportamiento, la rama de la disciplina que utiliza los descubrimientos de la Psicología Cognitiva para estudiar nuestras conductas como consumidores e inversores. Actualmente es Diputado Nacional.